Luego de unas extendidas vacaciones porcineras, igual no se porque las llaman vacaciones sí hay pasarlas estudiando para los finales, me encontré nuevamente en Ramos Mejia y Franklin para comenzar el segundo cuatrimestre. Aunque sea la vez número diez que comienzo las clases las escenas siempre se repiten:

  • El puestito de la puerta que vende cuadernos, biromes y resaltadores más baratos que en la libreria, repleto de clientes.
  • Colmados los pasillos y las aulas.
  • Llenas las carteleras de gente buscando en qué aula le toca cursar.
  • Nuevos afiches en las paredes.
  • Volvieron los volantitos de todos los tamaños.
  • Los del centro de estudiantes muy atentos a capturar ingresantes que se delatan solos por la cara de desorientados. Son atrapados y asesorados a cambio de votos en las próximas elecciones estudiantiles.
  • Esta multitud de estudiantes no vuelve a avistarse luego del comienzo de clases hasta las épocas de finales.
  • Cola en el departamento de estudiantes para reclamos de varios tipos: ¿Por qué no me salió la materia que pedí? ¿Me puedo cambiar de comisión? Yo me anoté y no aparezco en la lista! Huevos de oro han desarrollado los que atienden dicho departamento.
  • Cuando encuentro el aula, no hay sillas, robo una de otra aula pero no tiene el cosito para escribir. Igual casi ninguna tiene.
  • Empieza la clase. Presentación de la materia.
  • La cara del profesor re perdido explicando lo obvio en mi carrera: que el nombre de la materia no tiene nada que ver con la materia en si. Por ej: En este Seminario de Informatica y Sociedad vemos Filosofia. (¿?)
  • Advierto que el look Crepúsculo ha llegado a la UBA al ver a una compañera con la cara pintada de blanco casi, la boca rojo pasion, pelo rubio ceniza y una hebilla de mariposa en el pelo.
  • Los distintos centros de estudiantes interrumpen la clase varias veces, lo cual sirve de despertador en numerosas materias, para promocionar alguna revista, despotricar contra la gestión actual del centro o hablar del golpe en Honduras; el profe les dice que vuelvan 10 minutos antes que termine la clase pero ninguno lo hace.

En fin asi es la facu, por un lado que bueno que empezó, que bueno ir a la Barbarie a tomar unos matecitos con medialunas con los compañeros de siempre, como este comienzo de cuatrimestre solo me quedan dos...

¿Alegria? ¿Incertidumbre? ¿Miedo? Qué se yo..