Yo siempre critico las que apenas hace un poco de calorcito a fines de agosto, principios de septiembre ya pelan la musculosa, short, sandalias y hasta la tirita de la bikini les asoma por el cuello. Bueno, ¿tanto calor tenés? Acostumbro decir mientras me muerdo el labio inferior en un típico gesto de ¡Qué hambre!

Pero el pasado viernes salí a trabajar temprano a la mañana, aún estaba fresquito, me puse chaleco inflable, un saquito, musculosa debajo de una remera manga larga, suelo ponerme siempre una musculosa larga debajo de las remeras ya que soy larga de torso, apenas me descuido y levanto los brazos me queda la panza al aire, o la bombacha si el pantalón es de tiro bajo; aclaro que esto me pasa por comprar remeras baratitas en Once que después de la primer lavada ya me quedan cortinas.
Al mediodía me sorprendieron los 30Cº de sensación térmica en pleno Morón, para los que desconocen la zona está repleta de negocios, edificios y gases contaminantes expulsados por el caño de escape de los colectivos, a mi entender es el lugar en el que hace más calor del mundo (bah de la parte del mundo que conozco yo). Mientras esperaba el colectivo, transpiraba, miraba la gente a mi alrededor, todos en sweaters, en mangas largas ¿Soy yo, o hace mucho calor y la gente no lo siente? ¿Es una exageración quedarme en musculosa?, ¿Ya me habrá agarrado la menopausia?


Ya fue, no me importa traicionar mis principios, me tragué todas las críticas y los chistes que les dediqué a las chicas que apenas sale un poco el solcito pelan la bikini y las hawaianas, me mordí la lengua, me hice un rodete en el pelo y me quedé en musculosa nomás, tomé el colectivo, por supuesto no conseguí asiento y al levantar los brazos para agarrarme del pasamanos en el techo pensé en este imprevisto: ¡Uy Dio, menos mal que me depilé!

... necesito nuevos principios, pero me siento bien, cual Araceli en publicidad de Epilady.