El domingo pasado fui con mi familia a la casa de de mis tíos en Villaguay, hacía rato que tenía ganas de ir a tomar aire pero no podía por los parciales; con motivo del cumpleaños de mi prima María José salimos para allá el domingo a la mañana. Siempre es una alegría ver a mis primas, en un lugar tan lindo, todo verde, plantas, huertas, perros, gallinas, nueces, asado, muchos mates y las estrellas que se ven más cerca. La familia que siempre te recibe con abrazos, con muchos besos y te dice lo linda que estas. Aunque una parezca un hipopótamo.

Me divertí mucho, aun no entiendo como viajan las novedades Entre Ríos-Buenos Aires sin escalas.

Apenas nos sentamos a la mesa:

Tía: Margarita qué bien te ha sentado la soltería ¡Estás preciosa!

Yo: (¿Cómo se enteró?) Gracias tía.

Prima: ¿Te peleaste, qué pasó?

Yo: ¡Vamos a comer mejor! Después les cuento.

A la noche me volví sola en micro para cumplir con mis obligaciones de lunes a la mañana. Tenía mucho sueño, rogué que no viajen bebes que lloren todo el camino, me tocó un asiento que tenía rota la tapita de ventilación y con esa crueldad que tienen los choferes, los comandantes de abordo de tirarte el aire acondicionado a morir aunque sea pleno invierno. Me acomodé en posición fetal y tapé el agujero de la ventilación con un bollo de papel higiénico. Pero me moría de frio igual, así que pedí al azafato si por favor me podía cambiar de asiento y sí no era mucha molestia bajar la refrigeración (hay que ser educada en estos casos porque toda falta de respeto puede invertir mi pedido y hacerme morir congelada). Me sentó al lado de una viejita de 73 años y al rato apagaron el aire acondicionado y pude dormir en paz.

A la mañana me desperté, apenas podía despegar los ojos y en el tramo Retiro-Liniers y mi acompañante Rosa empezó a hablarme. Comenzó muy amable, pero luego se fue transformando en la madre de Miky Vainilla.

Rosa: Vos viste qué sucio que está el rio de la Plata… una vergüenza. Qué poco queremos lo nuestro!

Yo: aha…

R: Apenas llegan los extranjeros a Ezeiza, ¿Qué ven? Las villas miseria, los asentamientos que encima son usurpados.

Yo: Pero es la realidad de nuestro país.

R: Si, pero no sé si vos sabes que esos que andan dando vueltas, con los carritos vendiendo huevos… esos te marcan las casas y después te vienen a robar.

Yo: … (No me voy a poner a discutir con esta vieja, se me va toda la paz que traigo del campo.)

R: ¿Vos, dónde te bajas?

Y: En Liniers

R: ¡Ay qué feo que está Liniers! Antes no era así, no, no, no la gente con esfuerzo hizo sus casas lindas. Lo que pasa es que los bolivianos, compraron esas manzanas cerca de la estación ¿Y sabes por qué las pueden comprar? Porque venden D R O G A. Y las mujeres se agachan y orinan en la calle, eso lo he visto yo. Hay un shopping tan lindo en Liniers que ocupa media manzana y tiene cuatro salidas, pero ahora está lleno de bolivianos ¿Qué les vas a decir? ¿Ustedes no entren porque tienen costumbres horribles? ¿Ustedes no pueden entrar porque tienen feo olor? No se puede, porque te acusan de discriminar!

Y: Bueno señora, me tengo que bajar, por qué no disfruta que se pudo ir de viaje y deja de quejarse.

Esto en Antropolgía se llama etnocentrismo de clase: cuando una clase social se piensa como la única y superior a las demás. Y en un lenguaje coloquial: vieja de mierda que te puede arruinar un viaje en micro.