Con Marta hace rato que somos amiguillas por eso tengo el gusto de conocer a toda su familia. Entre ellos a su primo Leandro, con quien su mamá trató de ¨engancharme¨ en algún momento, para que yo pueda formar parte de la familia, como en las antiguas sociedades regidas por lazos de sangre o matrimonio. Pero el primo es muy parecido a Marta, no puedo verlo atractivo (no es que ella no sea atractiva, pero no es mi estilo). La cuestión es que Lean se recibió de ingeniero la semana pasada y para festejar organizó una fiesta de disfraces a todo trapo en su casa.

Llegamos con mi amiga disfrazada de La Chilindrina, su novio El Chavo, (en la fiesta estaba Don Ramón, la vecindad completa) su hermano de bebote gigante un pañal casero hecho con una sabana, un chupete colgado al cuello, un babero, los cachetitos pintados de rosa y pequitas pintadas con delineador negro. Yo me vestí de bruja, porque era el único disfraz que había en casa. Tenia la idea de vestirme de Cocomiel, pero no conseguí el caparazón.

La fiesta transcurrió de esta manera (creo)...

1.30hs: Arribamos, había dos chicas más vestidas de bruja, pero eran sexies, tenían tacos y medias de red. Nunca se me hubiera ocurrido. Yo me la pasé buscando pelucas graciosas, fui con una violeta fluorescente. Además había una bombera que se tambaleaba al caminar, una promotora de TC, un corredor de TC, un golfista, un tenista (más tarde elegido como el disfraz más pedorro), unos monjes, el manosanta, una diabla, una india, Bin Laden, un escocés, un gendarme, una novia, Alicia en el país (versión gato), una geisha y un zombie entre otros.
2.00hs: Sonaba el reggaeton en un volumen moderado. Solo unas pocas chicas bailaban, el resto charlaba en sus grupos de conocidos. No había integración.
2.30hs: Llegó otra chica vestida de Minnie, ahora son tres. Ya no soy la que tiene el traje menos original.
2.45hs: Llega un chico vestido de novia con florcitas en el pelo a modo de tocado. Me gusta. Es lindo. Qué extraño. ¿Estoy mal?
3.00hs: El sitio más concurrido de la fiesta: un barril colmado de latas de cervezas, Speeds y rolitos. Me acerco.

3.10hs: A medida que se vacía el barril aumenta la interacción entre los invitados.
3.15hs: Se acerca a hablarme/bailar un muchacho vestido con mameluco azul. Era un ingeniero debajo del disfraz de un obrero metalúrgico y peronista.
3.30hs: Cumbia de la vieja. El baile a pleno. Trencito de la alegría. Prendido a mi cintura un policía. De uniforme y cachiporra. Interesante.
3.45hs: Con La Chilindrina le cantamos: vos sos un botón y cinturón vacío policía a dicho sujeto. (Una estrategia de seducción desarrollada por nosotras, tan ineficiente como la de los que te dicen en el boliche: por acá no pasas si no me das un beso).
3.50hs: Nos sacamos fotos con un mosquetero (yo creí que era el Capitán Garfio) y con Wally.
4.00hs: Entrega de premios. Al peor disfraz: un azulejo. A la más gata: una bolsita de Wishcats. Al más bizarro: un Uvita Fiesta.
4.15hs: Policía se acerca a bailar/charlar.
4.20hs: Carnaval Carioca.
4.30hs: Policía me dice que tengo espuma en la mejilla, me limpia y me da un beso.
4.40hs: Policía me lleva de la mano al parque a charlar más tranquilos.
4.45hs: Marta ante mi ausencia, empieza a averiguar antecedentes del sujeto. Para asegurarse que sea un buen chico, o tendría que empezar a preocuparse por mi integridad física. (Yo lo hice por ella alguna vez).
4.55hs: Policía. Besos. Muchos. Besos. Policía.
5.20hs: Le pregunto ¿Vos, como te llamabas?
5.50hs: Vuelvo a la pista. Sonriente.
6.00hs: Marta me lleva a su casa. Y me prepara la cama. Genia.