M A R G A R I T A

un mundo de sensaciones

La Radio

Es algo que siempre me atrajo desde pequeña.
A los seis años me regalaron un par de walkie-talkies blancos con una antena desplegable, me encantaron. Jugaba todo el día con Caro, mi amiga de la vuelta de mi casa, no tenían suficiente alcance como para hablar de su vivienda a la mía y terminábamos hablando de una habitación a la otra.

Mas tarde en a los 10 años, más que hablar con los walkie nos dedicábamos a escuchar las conversaciones que enganchaba, la mayoría de radio de remiserías, era genial, nos sentíamos espías; Daniel (quien más tarde me daría mi primer beso, pero eso es otra historia) venía a casa todas las tardes a jugar y se le ocurrió que si le poníamos una antena mucho más grande íbamos a poder transmitir un programa de radio, él se subió arriba del techo del galpón donde jugábamos, y puso el fierro que sirve para sostener el barrefondo de la pileta: nuestra nueva antena. Nos pasábamos las tardes jugando a la radio hasta que se hacía la hora de la chocolatada. Un día quisimos ir a una radio de verdad, nos juntamos con varios amigos y mi mamá nos acompañó a FM Ciudad Tesei, aun recuerdo la cara del tipo que nos atendió. Abrió la puerta, vio como seis nenitos en la entrada de la casa vieja y descascarada por la humedad donde funcionaba la radio, abrió los ojos grandes como si fuéramos enviados del demonio, mamá muy amablemente les dijo
–Hola, a los chicos les gustaría conocer la radio, ¿Pueden pasar?-
-Ehhh...no seee...esperá que averiguo-
cerró la puerta y a los diez segundos la volvió a abrir - No, no pueden entrar, disculpen.
Quizá estábamos sucios después de jugar toda la tarde, con el equipo de gimnasia de la escuela manchado, pero no era para tanto.

Una gran desilusión, ese lugar que tanto quería conocer, que solo me podía imaginar, me había cerrado la puerta en la cara. Pero tuve revancha, más tarde ese mismo año disfruté la posibilidad de entrar. La abuela Caro, Cuqui, nos llevó a FM Corazón en Hurlingham al lado de la iglesia del Sagrado Corazón si mal no recuerdo, no me pregunten por qué la abuela Cuqui tenía contactos en la radio porque no tengo idea. Fue para un día del niño, no me olvidó la sensación de entrar allí, al fin iba a conocer una radio, la pared forrada de cajas de huevo que aislaban el sonido y el estudio chiquitito: éramos tres chicos, el conductor y no había lugar para nadie más. Caro habló cual locutora de Radio Panda super desinhibida, como los niños que trabajan en la tele (era su sueño de pequeña trabajar en Amigovios y ser la novia de Andy) Lucas, su hermano cantó algunas canciones del jardín y yo no quise hablar, me moría de vergüenza, solo respondí - Una Barbie – cuando el conductor me preguntó qué me regalaron.

En la adolescencia, me copé con la Rock and Pop como la mayoría de los jóvenes argentinos, rockeros y peronistas. Pero a mi no me alcanzaba con escuchar a Mario todas las mañanas, ni a La Negra todas las tardes, yo quería estar ahí, me paraba en la puerta de la radio antes de que ellos entren y les decía: Hola, soy Margarita ¿Puedo quedarme a ver el programa? Sí me decían que no, insistía y terminaban dejándome pasar, sino me anunciaba en recepción diciendo que estaba buscando a Mario, él al ver a una adolescente maso-menos linda él no decía que no.
¿Deschavetada? Puede ser, pero no he hecho estas cosas sola, Martita y Valita eventualmente venían conmigo ¡Hasta salimos al aire en un sketch de Bodrio en Day Tripper!

Hoy ya he dejado de asechar a conductores de radio, colaboro en FM Zero, tengo mi propia columna, y algún día voy a contar esto al aire.

¡Feliz día de la radiodifusión a todos!




La li

Esto sucede dos veces al año a fines de Agosto, a principios de Marzo. No puedo evitar detenerme ante cualquier vidriera y mirar todos los cartelitos que dicen Antes... y Ahora... con el nuevo precio en rojo, aunque en algún lugar dentro mío sé que muchas veces esos cartelitos son un engaño. Ahuyento esos pensamientos de sopetón y entro al negocio a comprobar si en verdad vale la pena, si además de una oferta es una o-p-o-r-t-u-n-i-d-a-d que no puede ser desaprovechada. Logro divisar una polerita más barata que en plena temporada invernal situación que me llena de dudas: ¿Cuánto tiempo la voy a usar?... Crónica ya anunció que faltan 30 días para la primavera; pero está muy barata la polerita! ¿Y si el año que viene ya no se usa ese color? ¿Y sí gasto plata al pedo?

En una mesita el revoltijo de sweaters con un cartel de cartulina fucsia encima que dice Aproveche Desde $20, a su alrededor un tumulto de mujeres que revuelven con ambas manos, tironean la montaña de saquitos, pullovers y toreritas como si debajo de todas las prendas estaría Luciano Castro. Por supuesto quedan los colores más feos, los que tienen peluchito símil piel en el cuello, los de brillitos, lo que perdieron algún botón por ahí, sin embargo las damas buscan como si de un tesoro se tratase, uno lindo por solo $20, yo me sumo a ellas, con altas probabilidades de no encontrar nada, pero si hay uno que zafa me lo llevo.

Apenas veo a mis amigas me encanta preguntarles ¿Adivinen cuánto lo pagué? (no les doy tiempo a que me contesten)…¡¡20 pesos!! A continuación les indico exactamente donde lo compré así también aprovechan, lo que me hace sentir muy bien, a riesgo de parecer un cachivache vestido solo con cosas de liquidación y usando poleras en primavera.

Pero no todo es color de rosa, diversión y búsqueda del tesoro en estas ocasiones. Lo vi, el tapadito hermoso que pagué $200 hace un mes ahora rebajado a $100.
Una daga en mi corazón y en mi bolsillo.

Primer dia de clases

Luego de unas extendidas vacaciones porcineras, igual no se porque las llaman vacaciones sí hay pasarlas estudiando para los finales, me encontré nuevamente en Ramos Mejia y Franklin para comenzar el segundo cuatrimestre. Aunque sea la vez número diez que comienzo las clases las escenas siempre se repiten:

  • El puestito de la puerta que vende cuadernos, biromes y resaltadores más baratos que en la libreria, repleto de clientes.
  • Colmados los pasillos y las aulas.
  • Llenas las carteleras de gente buscando en qué aula le toca cursar.
  • Nuevos afiches en las paredes.
  • Volvieron los volantitos de todos los tamaños.
  • Los del centro de estudiantes muy atentos a capturar ingresantes que se delatan solos por la cara de desorientados. Son atrapados y asesorados a cambio de votos en las próximas elecciones estudiantiles.
  • Esta multitud de estudiantes no vuelve a avistarse luego del comienzo de clases hasta las épocas de finales.
  • Cola en el departamento de estudiantes para reclamos de varios tipos: ¿Por qué no me salió la materia que pedí? ¿Me puedo cambiar de comisión? Yo me anoté y no aparezco en la lista! Huevos de oro han desarrollado los que atienden dicho departamento.
  • Cuando encuentro el aula, no hay sillas, robo una de otra aula pero no tiene el cosito para escribir. Igual casi ninguna tiene.
  • Empieza la clase. Presentación de la materia.
  • La cara del profesor re perdido explicando lo obvio en mi carrera: que el nombre de la materia no tiene nada que ver con la materia en si. Por ej: En este Seminario de Informatica y Sociedad vemos Filosofia. (¿?)
  • Advierto que el look Crepúsculo ha llegado a la UBA al ver a una compañera con la cara pintada de blanco casi, la boca rojo pasion, pelo rubio ceniza y una hebilla de mariposa en el pelo.
  • Los distintos centros de estudiantes interrumpen la clase varias veces, lo cual sirve de despertador en numerosas materias, para promocionar alguna revista, despotricar contra la gestión actual del centro o hablar del golpe en Honduras; el profe les dice que vuelvan 10 minutos antes que termine la clase pero ninguno lo hace.

En fin asi es la facu, por un lado que bueno que empezó, que bueno ir a la Barbarie a tomar unos matecitos con medialunas con los compañeros de siempre, como este comienzo de cuatrimestre solo me quedan dos...

¿Alegria? ¿Incertidumbre? ¿Miedo? Qué se yo..

Veranito imprevisto

Yo siempre critico las que apenas hace un poco de calorcito a fines de agosto, principios de septiembre ya pelan la musculosa, short, sandalias y hasta la tirita de la bikini les asoma por el cuello. Bueno, ¿tanto calor tenés? Acostumbro decir mientras me muerdo el labio inferior en un típico gesto de ¡Qué hambre!

Pero el pasado viernes salí a trabajar temprano a la mañana, aún estaba fresquito, me puse chaleco inflable, un saquito, musculosa debajo de una remera manga larga, suelo ponerme siempre una musculosa larga debajo de las remeras ya que soy larga de torso, apenas me descuido y levanto los brazos me queda la panza al aire, o la bombacha si el pantalón es de tiro bajo; aclaro que esto me pasa por comprar remeras baratitas en Once que después de la primer lavada ya me quedan cortinas.
Al mediodía me sorprendieron los 30Cº de sensación térmica en pleno Morón, para los que desconocen la zona está repleta de negocios, edificios y gases contaminantes expulsados por el caño de escape de los colectivos, a mi entender es el lugar en el que hace más calor del mundo (bah de la parte del mundo que conozco yo). Mientras esperaba el colectivo, transpiraba, miraba la gente a mi alrededor, todos en sweaters, en mangas largas ¿Soy yo, o hace mucho calor y la gente no lo siente? ¿Es una exageración quedarme en musculosa?, ¿Ya me habrá agarrado la menopausia?


Ya fue, no me importa traicionar mis principios, me tragué todas las críticas y los chistes que les dediqué a las chicas que apenas sale un poco el solcito pelan la bikini y las hawaianas, me mordí la lengua, me hice un rodete en el pelo y me quedé en musculosa nomás, tomé el colectivo, por supuesto no conseguí asiento y al levantar los brazos para agarrarme del pasamanos en el techo pensé en este imprevisto: ¡Uy Dio, menos mal que me depilé!

... necesito nuevos principios, pero me siento bien, cual Araceli en publicidad de Epilady.


Mi fiel compañera

Les conté a mis amigas esto del blog ya que como la parte importantísima de mi vida que ellas son van a aparecer acá. Pregunté si me autorizaban a usar sus nombres o se elegían seudónimos, porque quieran o no voy a escribir sobre ellas, la primera en coparse fue Marta, como siempre incondicional me apoya y me alienta en todo lo que se me ocurra desde hace ya diez años, lo que siempre está bueno, el problema es que ninguna de los dos le pone límites a la otra y nos seguimos ciegamente en cualquier propuesta y así terminamos bailando arriba del escenario en un boliche donde el chico más grande tiene 18 años (matinée, le dicen), comprando ropa de Cáritas en iglesias frías, sentadas en la tribuna de Grandiosas, jugando en el Tren de Perón para ganar una camiseta de la selección que jamás vamos a usar, yendo en bici de noche de Hurlingham a San Miguel para jugar al Pump it up para llegar encontrarnos con que el juego estaba roto.

Ella es la mejor consejera con respecto a mis problemas sentimentales, tiene las palabras justas siempre: ¨ A ese pibe le falla la cabeza, no ve la mujer que sos, tirale cinco pesos y decile que se haga tratar por gil ¨ o ¨No te hagas drama, ahora le contamos a todos que tiene el pito chiquitiiito, ja ja ja, menos mal que te peleaste! ¨ Y por último su favorita ¨ Para mi que es puto ¨.

Marta es la voz de la verdad, licenciada en opinión, no importa si desconoce el tema, lo dice con una convicción y con tal pretensión de objetividad que pocos osan contradecirla, tiene mucho poder de persuasión sobre mi, siempre termino haciendo caso a sus consejos, aunque sean algo suicida; una vez en un bar me recomendó: ¨Andá y decile a ese pibe: - ¿Vos sos Gael Garcia Bernal?- yo lo haría pero no puedo, tengo novio¨ Y yo sin dudarlo me acerco al susodicho y le hago la pregunta, el muchacho me mira detenidamente, a ver si yo era idiota o me hacia, dice NO y sigue hablando con su amigo ignorándome: Andá gordo, de qué te la das!¨

Marta tiene algunas mañas, pero solo referidas a la comida, una torta tiene que ser sí o sí bizcochuelo de chocolate, húmedo, con mucho dulce de leche, mucho. Come con pan francés, de campo o nada, un día compré pan de hamburguesas y ella fue a devolverlo inmediatamente, el Gancia con mucho limón, comer sin condimentos no vale la pena, a las hamburguesas y los panchos le pone mayonesa, ketchup y mostaza recuerdo que eso me llamó la atención cuando empezamos a ir solas a Mc Donal´s (La gloria menemista el Menú Porteño $2,20, siempre estará en nuestros corazones) antes de enterarnos que dicho restaurante es un organismo difusor de ideología del hegemón y que lo único que produce es explotación de trabajadores, fuga de capitales argentinos al exterior, por supuesto.

Es extremadamente hospitalaria, se enoja si uno intenta ayudarle a levantar la mesa ¨Sos mi invitada quedate sentadita y toma el tecito que te hice, eh!¨ Ella siempre está dispuesta a salir, a donde pinte y es la fuente de optimismo ante cualquier situación adversa, una de las chicas desesperada porque después de irse a vivir a un lugar muy muy lejano, no conseguía trabajo, Marta le dijo: ¨Te ponés en la puerta de El Turista y vendés mermeladas más baratas que ellos, al grito de: mermelada siete peesooooooo, mermelada siete peesooooooo!¨
Marta si no te soluciona el problema, te saca una sonrisa, por eso la quiero tanto.

Finales

-Con tanto estudio me descuidé- pienso mientras me acaricio los bigotes...
Rindo el martes, deséenme (¿se escribe así?) suerte!


Hace un año y siete meses que trabajo en un local de ropa masculina, vendo trajes, camisas, corbatas: ropa elegante. Yo tengo experiencia previa en venta de indumentaria femenina, cuando me propusieron atender hombres ... -Al fin!- pensé- no más mujeres cómodas, mandonas e inconformables que se prueban todo, lo dejan tirado del lado del revés y no llevan nada. Ahora hombres, no tienen mucha idea de la ropa, se llevan lo que les propongo, ni se lo prueban, pagan y se van; eventualmente vendría alguno para deleitar la vista, seguro. Pero no, nunca jamás sucedió. Nuestros cliente mas joven tiene 42 años, y el talle mas vendido es el XXL. Hasta el martes a la mañana cuando sonaron las campanitas que están colgadas en la puerta, avisándome que largue el mate y las Frutigran porque llegó un cliente, ahí lo veo 1.80 mts. de altura, pelo castaño claro, ojos celestes, algo así como el profesor de Jamas Besada (todas las chicas saben de quién hablo, durante nuestra adolescencia FOX la pasó cinco veces por semana) de contextura física grande, talle XL; una habilidad que desarrollé en este tiempo es la de mirar a los hombres y saber exactamente que talle usan, no se emocionen porque no sirve para adivinar nada por debajo de la ropa.
Me acerco con mi mejor sonrisa Colgate:
-¿En qué te puedo ayudar?
-Vengo a cambiar este sweater... que me regaló mi suegra...

Isn´t it ironic? Don´t you think?

Lo peor del invierno

No es la porcina.
No es esperar el colectivo con mucho frío.
No es que la ropa sale mucho más cara, es mucho más fea y descolorida
No es la falta de compañía para hacer cucharita.
No es salir de la ducha con el pelo mojado.
No es tener todo el tiempo la nariz colorada, las manos frías y la cara seca.
No es andar con sweaters encimados, dos pares de medias, medibachas que aprietan la panza y dificultan la respiración (un auténtico Michelin).
No es entrar a un lugar calefaccionado, sacarte todo el abrigo y después volvértelo a ponerte todo para salir.
No es tomar coraje para salir a bailar y que te hagan esperar una hora afuera del boliche con 0 C° en plena costanera.
No es el viento pampero que te arruina la planchita que tardas horas en hacerte, para convertirte en Simba en un minuto.
Ni siquiera es ir a depilarte...
Lo peor es viajar en el colectivo con todas las ventanas cerradas y que alguien se tire un pedo! Qué hdp! A vos te digo, que viajaste conmigo en el 303, la próxima andá caminando y tirate todos los que quieras! Pero en el colectivo NO! Denunciemos a los pedorros, qué los guardas los hagan bajar!

Bienvenidos!

Qué tal? Hace tiempo me la paso leyendo blogs cuando me aburro de estudiar, todos los días prácticamente, así que decidí crear el mio y escribir cualquier cosa que se me ocurra, no les puedo decir que va a ser un diario, porque me da calor contar intimidades, tampoco les voy a prometer que será gracioso o interesante porque no se qué se me ocurrirá, y mucho menos que estará bien escrito. Pero necesito un lugar donde plasmar todas las cosas que se pienso cuando espero el colectivo, cuando viajo en colectivo, cuando espero el tren, cuando me tomo el tren, cuando espero el subte, cuando me tomo el subte para ir a la facu, y después todo de nuevo para volver. Pero no todo es pérdida de tiempo para los que vamos varias veces por semana de provincia a capital, tanto viaje me ha vuelto inmune a la porcina.
En cuanto al nombre, me encantan todas las cosas floreadas no se por qué, pero cada vez que veo alguna ropita floreada y barata, aunque sea de vieja, me la compro, también me gusta que me regalen flores, a pesar de que el único que lo ha hecho fue mi papá. Además el verbo florear también me representa.

Dícese de florear:
tr. Adornar con flores alguna cosa.
Cosa que me gusta mucho.

Sacar [la harina primera y más sutil].
Me gustan todo lo que tenga harina, una adicción culpable de mis problemas de colesterol, igual no la dejo ni loca.

En general, escoger lo mejor.
De las harinas, por ej. elegir las mejores facturas.

mús. Tocar dos o tres cuerdas de guitarra con tres dedos sucesivamente sin parar.
Si! tocar la guitarra, entre el top 5 de las cosas que mas me gusta hacer.

Les dejo algunos datos personales extras para que me conozcan y entiendan desde qué ralles mentales estoy escribiendo.
Situación sentimental: Si, me gustaría tener. Interesados pueden mandar el CV con radiografía panorámica de su dentadura (el único requisito tener todos los dientes, no me engañan más con chicles Adams).
Hobbies: colarme en el tren y el subte.
Fan: de la cumbia romántica, especialmente la santafesina.
Me gusta: ir por la calle cantando fuerte.
Amor platónico: Alfredo Casero
Particularidades: Tengo mucho pelo y no lo puedo controlar, siempre estoy despeinada, también tengo canas desde los 18 años, la misma edad en que me rompieron el corazón por primera vez ¿Coincidencia? ¿Fenómeno paranormal? o ¿Despigmentación capilar temprana?
Soy enamoradiza empedernida, espero algún día comer perdices, hasta ahora vengo comiendo peor que Marley por el mundo...obviando la parte de los viajes por supuesto.


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Criticas, halagos, regalos, propuestas, puteadas, improperios, flores, todo es bien recibido en margaritafloreada@gmail.com

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