El lugar emblemático de los noventa.

Donde la idea imperante es que los ciudadanos sólo importan en tanto consumidores.

Su estructura disciplina a las personas para que no se retiren antes de pasar por todos los locales.

No hay relojes, el tiempo no parece pasar así seguimos gastando.

Explota a los trabajadores, sin importar que sea feriado, domingo hasta altas horas de la madrugada.

Todo cuesta más de lo que vale.

Pero esto rebalsó mi vaso:

¨ El amor entra por los ojos. Feliz día de los enamorados.¨

Plaza Oeste Shopping.


Lamento informarle a los feos y los que no usan ropa de marca adquirida en el shopping nunca los van a querer.

Estoy en problemas: toda mi ropa es de Once.