Después de una semana de estudio, comiendo una docena de facturas por día con mi compañera Cristina. Era obvio que esta semana iba a tener que bajar un cambio esta semana.

Forzada a obtener resultados rápidos, en siete días se casa Valita. El vestido que tengo me tiene que quedar bien, ya me cansé de ir fajada y de negro a las fiestas, las medias reductoras altas, te aplastan la panza, un poco el culo, pero apenas como un fosforito empiezo a transpirar y se me dificulta la respiración. No da.

Para evitar las pantys, comencé el régimen esta semana, llena de privaciones.
El lunes salí a cenar: solo 1 tostado, el martes rechacé una pasta frola que me regalaron, el miércoles fui a almorzar con mi tío y mi primo, mientras ellos comían una milanesa con puré del tamaño de un gato adulto, yo pedí una porción de tarta de verdura: era tan chiquita que me la trajeron en un plato de postre.

¿Algún consejo para hacer de esto algo más llevadero? ¿Me compro el reduce fat-fast? ¿Qué diría Andrea Politti?