En la reunión con las chicas de esta semana se trataron temas varios alrededor de una cerveza, de los fideos con salsa blanca y roja que hicieron Sol y Moni. El tópico mas debatido fue la llegada del otoño, con él la vuelta de los jeans a nuestros cuerpos, pero a tres de las cinco presentes (el 60%) no nos abrochan, por ende estábamos vistiendo polleras o pantalones deportivos. Una de nosotras confesó haber ido en jogging al Centro, y eso que para nosotras ¨las de provincia¨ ir a La Capital implica bañarse y ponerse ropa linda. Por supuesto que a los cinco minutos pasados de la discusión atacamos la torta de frambuesas y crema que llevé. Todas excepto Marta que está cumpliendo su dieta a rajatabla. En esta ocasión nos acompañó Valita recién llegada de Bariloche, aprovechamos para terminar de organizar algunas cosas de su despedida de soltera.

Yo participé del planeamiento de una despedida hace muy poco, como consecuencia he sido víctima de una estafa de la cual no sé con quién debo tratar para qué se haga justicia pero me da vergüenza ir a Defensa del consumidor.

Resulta que para agasajar a mi amiga visitamos una página de contrataciones de shows de strippers, mirando las fotos elegimos a Ivan, muy rico chico, musculoso, bronceado, unos 27 años. Lo menos grasa que había en la web, $250 la media hora. Me pareció caro, pero bueno, amigos son los amigos.

El día de la despedida estábamos todos expectantes por la llegada del show mientras distraíamos a la futura esposa para que no sospeche de la sorpresa que se aproximaba. Tocaron el timbre y ahí llegó él. Abrimos. Efectivamente no era el de la foto ¿Ivan? Le pregunté, llamame ¨Laican¨, era grandote, piercings, tatuajes, se encontraba bastante alejado de la belleza y tenía por lo menos diez años más que el muchacho de la foto. ¿Y ahora a quién le reclamamos? Si lo mandamos de vuelta en la Meriva en la que llegó se nos arruinaba la fiesta. La media hora de show eran veinte minutos.

Pero de todo se aprende, en esta despedida de soltera no me cagan. Ayer caminando por la calle un muchacho me dio dos volantes, bajo la mirada…. Golden: las noches más felices que puedas vivir. Festejos. Cumpleaños. Despedidas de soltera. Divorcios.

…Qué buena idea, digna de Badía.