M A R G A R I T A

un mundo de sensaciones

Chau 2009


Se va, se termino. Brindo con la gratificación de proyectos concluidos, de un amor que se fue desprendiendo, con la certeza de que va sanando el tiempo al corazón, con la alegría de ir preparando la mochila porque hay un viaje en puerta, con la incertidumbre de lo qué vendrá el próximo año, con las carcajadas que me sacaron los amigos de siempre, con las lágrimas que me secaron las chicas, con harina y huevos para las que se recibieron, con los compañeros que hicieron mas liviano el estudio y hasta entretenido, con un programa de radio que me encanta, con la gente nueva y buena onda que conocí, con las cosquillas y el miedo de estar conociendo a alguien, con una banda que no fue, con un mes de vacaciones en el sur, con muchos fogones, con una ahijada nueva, con muchos regalos, con un besito que le di al Raly, con un recital de Alanis, con mucho baile, con muchas canciones, con más materias adentro, con las hermanas más lindas del mundo, con una familia que me apoya en todo.

Con un blog de principiante que llegó a las 1.767 visitas.


Gracias a todos por leerme, por comentar, por los elogios y las críticas. Feliz año nuevo!!

Me tomo un mes de vacaciones, vuelvo en Febrero con más!


Disfraces


Con Marta hace rato que somos amiguillas por eso tengo el gusto de conocer a toda su familia. Entre ellos a su primo Leandro, con quien su mamá trató de ¨engancharme¨ en algún momento, para que yo pueda formar parte de la familia, como en las antiguas sociedades regidas por lazos de sangre o matrimonio. Pero el primo es muy parecido a Marta, no puedo verlo atractivo (no es que ella no sea atractiva, pero no es mi estilo). La cuestión es que Lean se recibió de ingeniero la semana pasada y para festejar organizó una fiesta de disfraces a todo trapo en su casa.

Llegamos con mi amiga disfrazada de La Chilindrina, su novio El Chavo, (en la fiesta estaba Don Ramón, la vecindad completa) su hermano de bebote gigante un pañal casero hecho con una sabana, un chupete colgado al cuello, un babero, los cachetitos pintados de rosa y pequitas pintadas con delineador negro. Yo me vestí de bruja, porque era el único disfraz que había en casa. Tenia la idea de vestirme de Cocomiel, pero no conseguí el caparazón.

La fiesta transcurrió de esta manera (creo)...

1.30hs: Arribamos, había dos chicas más vestidas de bruja, pero eran sexies, tenían tacos y medias de red. Nunca se me hubiera ocurrido. Yo me la pasé buscando pelucas graciosas, fui con una violeta fluorescente. Además había una bombera que se tambaleaba al caminar, una promotora de TC, un corredor de TC, un golfista, un tenista (más tarde elegido como el disfraz más pedorro), unos monjes, el manosanta, una diabla, una india, Bin Laden, un escocés, un gendarme, una novia, Alicia en el país (versión gato), una geisha y un zombie entre otros.
2.00hs: Sonaba el reggaeton en un volumen moderado. Solo unas pocas chicas bailaban, el resto charlaba en sus grupos de conocidos. No había integración.
2.30hs: Llegó otra chica vestida de Minnie, ahora son tres. Ya no soy la que tiene el traje menos original.
2.45hs: Llega un chico vestido de novia con florcitas en el pelo a modo de tocado. Me gusta. Es lindo. Qué extraño. ¿Estoy mal?
3.00hs: El sitio más concurrido de la fiesta: un barril colmado de latas de cervezas, Speeds y rolitos. Me acerco.

3.10hs: A medida que se vacía el barril aumenta la interacción entre los invitados.
3.15hs: Se acerca a hablarme/bailar un muchacho vestido con mameluco azul. Era un ingeniero debajo del disfraz de un obrero metalúrgico y peronista.
3.30hs: Cumbia de la vieja. El baile a pleno. Trencito de la alegría. Prendido a mi cintura un policía. De uniforme y cachiporra. Interesante.
3.45hs: Con La Chilindrina le cantamos: vos sos un botón y cinturón vacío policía a dicho sujeto. (Una estrategia de seducción desarrollada por nosotras, tan ineficiente como la de los que te dicen en el boliche: por acá no pasas si no me das un beso).
3.50hs: Nos sacamos fotos con un mosquetero (yo creí que era el Capitán Garfio) y con Wally.
4.00hs: Entrega de premios. Al peor disfraz: un azulejo. A la más gata: una bolsita de Wishcats. Al más bizarro: un Uvita Fiesta.
4.15hs: Policía se acerca a bailar/charlar.
4.20hs: Carnaval Carioca.
4.30hs: Policía me dice que tengo espuma en la mejilla, me limpia y me da un beso.
4.40hs: Policía me lleva de la mano al parque a charlar más tranquilos.
4.45hs: Marta ante mi ausencia, empieza a averiguar antecedentes del sujeto. Para asegurarse que sea un buen chico, o tendría que empezar a preocuparse por mi integridad física. (Yo lo hice por ella alguna vez).
4.55hs: Policía. Besos. Muchos. Besos. Policía.
5.20hs: Le pregunto ¿Vos, como te llamabas?
5.50hs: Vuelvo a la pista. Sonriente.
6.00hs: Marta me lleva a su casa. Y me prepara la cama. Genia.

Cautiverio

Llegó el día en que finalizó el cuatrimestre académico. Con Adela en el día ayer rendimos el último final obligatorio de este año. Previo a este acontecimiento, vivimos dieciséis días de estudio ininterrumpidos, el único recreo era para pedir comida o para sacar a Dona, la perra, desesperada por hacer sus necesidades.

Estas dos semanas fueron una especie de Gran Hermano auto-obligado, un encierro voluntario con el único fin de estudiar en compañía para no sucumbir en el intento. Qué digo, más que Gran Hermano parecíamos el programa de los gordos (ese que conducía la mina esta que se hacía la linda, porque al lado de los hiper-obesos parecía una top model) pero al revés, nos encerramos para engordar. Consumimos docenas de empanadas, pizzas, facturas, litros de mates, paquetes de galletitas surtidas, infusiones, pan dulce, jugos, gaseosas.

Aprobar, aprobamos. Ahora, no podemos decir que nos sacamos un peso de encima, más bien nos echamos al cuerpo unos cuantos pesos de más. De más está decir que derrapamos cada día: chistes sobre Heidegger, relacionamos Foucault y el panóptico con cualquier cosa que se nos cruzara por la mente, hasta llegamos a pensar que alguien nos estaba vigilando. Mucho sueño, nervios, hartazgo, risas, imitaciones de Capusotto, confesiones acerca de que el profe tiene sonrisa de ángel, cansancio, debates sobre si entregar nuestro cuerpo nos haría aprobar o causaría desagrado, ganas de mandar todo a cagar y no rendir nada.

También contamos con la presencia de Cristina, nuestra compañera superdotada que nos explica los textos y Soledad que prometió llevarnos a Bragado a ventilarnos un fin de semana de estos.

Lo peor: llegamos a las 8 am a la facu (bah Adela y Soledad, yo llegué mas tarde) y nos anotamos para rendir números 93, 94 y 95! Así que fuimos a un bar, nos sentamos en una mesita de afuera. Ellas repasaron como locas las 7 horas de espera hasta que llegue nuestro turno, yo repasé un poco pero como ya estaba muy quemada me puse a mirar el partido de Estudiantes de La Plata (en mi vida miré un partido de nada) mientras comía dos hamburguesas. Ellas no comen casi nada en fecha de finales, Sole porque le da sueño y acidez y Adela porque si come nerviosa se va por el inodoro.

No da ir en la facu porque los baños no tienen puerta mucho menos van a tener papel higiénico.


Considerando que vivimos en este capitalismo salvaje, que el principio que guía este sistema es la individualidad, el egoísmo, el consumo, trabajamos sin parar para poder comprar cosas y descansamos 15 días de 365, ¨Llegó el verano, la puta que te parió, un año entero tengo que trabajar por quince días chotos me falta libertad¨ alega Violencia Rivas. Todo el año nos tratamos mal, nos hacemos los dormidos si sube una viejita al colectivo, nos puteamos en la calle, tocamos bocina si alguien no avanza apenas el semáforo se pone en verde.

Sin embargo en estos días nos saludamos fraternalmente, felices fiestas, que el niñito Jesús llene de paz y prosperidad vuestros hogares y guarda! no comas sandia con vino!

En pos del espíritu de las fiestas propongo aquí una campaña solidaria que he denominado: En estas fiestas no sea sorete.

Todos sabemos que a los empleadores nada les importa en su afán de lucro y someten a los empleados a cuanto bolazo navideño que se les ocurra, horarios de corrido, les ponen gorritos de Papá Noel y lo último de lo último: La noche shopping, el centro comercial permanece abierto tres o cuatro días locos hasta las cuatro de la madrugada aproximadamente, situaciones exorbitantes como una murga tocando en la puerta de un local para indicar que hay descuentos (porque comprar es una fiesta). Noches que podés aprovechar si sos un/una colgado/da y te olvidaste de comprarle un regalito a la tía Elsa o a la abuela Pochi y te acordas el 23 de diciembre a las 3 am. Ahora si! Ahora si! Podés ir a comprar porque el shopping sigue abierto!

Hago aquí un llamado a la solidaridad. Este año compre los regalitos temprano, NO vayas el 24 a las 20hs, decile NO a la noche shopping, los empleados también quieren dormir para poder brindar a las 12. He sido empleada de shopping cheto, he padecido trabajar durante las fiestas (por suerte no me hicieron poner gorrito papanuelesco) por eso te digo de onda. En estas fiestas….

No sea sorete!!

Aspirina


Todo lo que escribí en el último post: salidas, proyectos, recitales, joda loca, un lindo fin de semana. Sin embargo mi cuerpo no lo resistió, el lunes empezó a picarme la garganta. Tengo la costumbre de probar varios remedios de venta libre en cualquier farmacia antes de ir al médico. No es que le tenga miedo, pero trato de evitarlo así como se trata de evitar al titular de cátedra en un final. Compré un paquete de caramelos-antibióticos que no me hicieron nada pero me dejaron un aliento fresquísimo. El martes fui a estudiar con Adela a Mc Donal´s, el aire acondicionado estaba a cinco grados (nos pasó por caretas) y cuando volvía a casa en bici me agarró la lluvia. A la noche me fui a lo de Marta a ver la novela y a comer sándwiches de miga con ella, porque se nos complica comentar lo que pasa en la TV por msn; mientras tomé un tesito vik… y no calmó mi malestar.

El miércoles me resigné a lo ineludible: visitar el consultorio del Dr. Sanchez. A favor: está a la vuelta de mi casa. Contra: no me atiende por obra social. El doctor es morocho, tiene aproximadamente sesenta años, pero hace tiempo que no envejece yo siempre lo veo igual, se peina con gel, usa lentes, en algún punto me recuerda al que era mi pediatra que era casi pelado y se peinaba con gel los pelos que tenia del lado izquierdo de la cabeza hasta el lado derecho simulando que no era pelado y pensando que la gente no se daba cuenta.

Toqué el timbre, no tiene secretaria así que él mismo me abre la puerta, pasé a la sala de espera, sillones, varios diplomas del Colegio de médicos de Bs As desde año 1977 en adelante, una mesita ratona de madera sobre ella varias revistas y la que está arriba tiene en la tapa a Susana Giménez en tetas en una foto que le sacaron de sopetón.

Qué mal gusto, cada vez que estoy acorralada en una sala de espera donde no puedo hacer otra cosa que esperar, imaginarme por qué causa viene la señora que espera al lado mío y hojear las revistas. ¿Qué clase de profesional gasta dinero en revistas Pronto, Paparazzi, Caras y Gente?

Lo peor es cuando espero que me atienda la nutricionista, voy después de una o dos semanas de matarme de hambre comiendo ensaladitas, yogures descremados asquerosos y demás alimentos insulsos para bajar algunos míseros gramos. ¿Qué revista pone la Lic. Gandini en su sala de espera? La Para Ti, llena de modelos top. Masi! Yo no vengo más!!!

El diagnostico fue angina por estrés, reposo y antibióticos. Los riesgos de ser universitaria en diciembre.

Y solo me queda por tomar…aspirina.

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